

El vino, bebida de Hombres y Dioses
Surgido hace ocho mil años, el vino conquistó las mayores civilizaciones de la Antigüedad. Para el mundo romano, la vid producía dos grandes categorías de vinos. La primera corresponde a los de consumo habitual utilizados en banquetes y fiestas en honor a Baco. Estos vinos se servían mezclados con agua y aromatizados con miel, resinas o maceraciones de plantas y frutas. Sus incomparables sabores y la embriaguez que provocaban los convertían en el símbolo de los placeres terrenales.
La segunda categoría corresponde a los vinos puros, reservados para los rituales religiosos —las libaciones— consagradas a Júpiter.
El vino puro es, a la vez, un producto sagrado cuyo uso está reservado a los hombres (sacerdotes, magistrados, pater familias) para las libaciones a Júpiter y como remedio, y también una bebida embriagadora que cumple la función de una droga de lujo en el seno de una sociedad aristocrática.

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2018)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2018)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)

Vinalia - Saint-romain-en-gal (ĒNARRŌ 2017)
